Hemos convertido algunos espacios en dormitorios más privados donde se pueden refugiar o esconder si no quieren ser vistos.Tenemos camas de distintos tamaños y formas para los gustos más exigentes.

Cada cliente dispone de una cesta para dejar las cosas de su neceser de viaje (cartilla de vacunación, cepillo, malta, medicinas, “chuches”…).

Para la temporada de invierno tenemos calefacción, incluso bolsas de agua caliente para los más frioleros, en verano para los días calurosos A/C. Además de la calefacción general cada estancia tiene una lámpara de calor individual.

El servicio de comidas se distribuye en platos de acero inoxidable o cerámica, el agua se mantiene más fresca y evitamos los platos de plástico que puede coger sabor u olor.

En cada puerta hay una ficha con los gustos de cada visitante así como una pizarra con el tipo de comida que hay que administrar y demás observaciones importantes que el cliente crea conveniente. Disponemos de areneros abiertos o cerrados para los más púdicos.

Durante el día hay música clásica, chill out… el sonido de la fuente del pasillo transmite un ambiente tranquilo y relajado. Hay juegos y rascadores disponibles para todos los gatitos. La puerta de acceso al jardín se podrá cerrar por las noches si así se solicita (aunque normalmente es el momento de más actividad de los felinos).

En caso de gatos más nerviosos hay estancias con cortinas que se convierten en un espacio más reservado. Los primeros días utilizamos Feliway para intentar rebajar el stress y previa consulta del dueño, la posibilidad de administrar flores de Bach.

La seguridad es una de nuestras prioridades, por lo que hemos dispuesto en el exterior pasillos de seguridad para el acceso directo a los jardines.

El bedel del hotel (MARCELO) atenderá gustoso cualquier petición de los clientes…. (Si no está durmiendo).

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