Si has llevado alguna vez un gato al veterinario, probablemente has tenido una experiencia que puede parecerse a algo así:
Sacas el transportin del armario y de repente tu gato desaparece…. Después de localizar el desaparecido felino lo sacas de debajo de la cama, sofá o cualquier otro de sus escondites preferidos para sus casos de emergencia. Intentas acercarlo en brazos a la dichosa caja y entonces empieza un típico combate de” wrestling” o lucha libre, intercalando las mejores llaves de inmovilización que se te ocurren con abrazos, ruegos y plegarias contestadas con bufidos y gritos ninja de advertencia…..
Esto se puede prolongar durante tiempo y tiempo acabando muchas veces uno de los combatientes en pleno ataque de pánico ( con la consiguiente utilización del transportin como arenero) y el otro tatuado en arañazos para el resto de la semana.
La mejor manera de evitar la angustia a su gatito en el escenario anterior es a través de un proceso conocido como entrenamiento del cajón de los gatos. El cajón del término se refiere a cualquier tipo de cesta, bolsa o caja especializada que puede encerrar un animal para el transporte (o por cualquier otra razón). Pueden ser cajas de plástico, fibra de vidrio o mimbre. Algunos de ellos son auténticos mecanos que se desarman en componentes: superior, inferior, la puerta-para facilitar la limpieza….
La idea básica del cajón de entrenamiento para los gatos es para que el animal vea la caja como un refugio seguro que esté asociado con comodidad. Cuando la caja se convierte en el espacio personal propio del gato, tendrá una sensación de seguridad durante el viaje ya que su espacio personal va con él.
La mayoría de los expertos en gato abogan para el entrenamiento del cajón a base de acceso gratuito – que consiste en que el cajón está siempre fuera y disponible para el gato, con la puerta abierta, y que él pueda entrar y salir por su cuenta. Su cajón o transportin debe de tener en el interior unas cómodas mantas o toallas para hacerlo más deseable, y debe ser lo suficientemente grande como para que el gato puede moverse dentro de él. (Algunos dueños de gatos prefieren que sea lo suficientemente grande para llevar platos de comida y agua).
Todo esto tendrá ventajas para llevarlo en un sitio donde el se sienta seguro cada vez que haya que hacer un viaje, visita al veterinario , mudanza etc..
Si se puede empezar con este entrenamiento cuando el gatito es cachorro y todavía no haya hecho asociaciones desagradables con el trasportín el trabajo será mas fácil.
Los gatitos tienen una curiosidad natural que generalmente les conducirá a explorar la caja por si mismos, especialmente si hay comida, ropa de cama y algunos juguetes dentro .Es fácil que acaben acurrucándose dentro para echarse una siesta.. Si hay niños en la casa hay que enseñarles que nunca se molesta al gato cuando este dentro de la caja. Esto reforzará el sentimiento de los gatos de seguridad y confort cuando están dentro.
Si vuestro gato adulto ya ha aprendido a ocultarse cuando aparece el transportín, puede ser útil empezar desde el principio con uno nuevo. Se puede comprar algún modelo de los que se desarma y se divide en tres partes, y empezar utilizando solo la inferior rellena con una manta o toalla, de modo que parezca una acogedora cama. Juguetes y golosinas también pueden hacer el lugar más atractivo. Una vez que el gato ha aceptado la parte inferior de la caja, se puede colocar la parte superior y finalmente la puerta.
Si el gato todavía mira la nueva caja sospechosamente, se puede intentar dejar comida o “chuches” cerca de la caja. Una vez se le vea mas relajado, se puede comenzar a dejarlas dentro y así tendrá que entrar en el cajón para conseguirlas.
Algunos dueños de gatos han combinado con éxito el entrenamiento con clicker y el entrenamiento del cajón. El primer paso es conseguir que el gato o gatito se habitúe al sonido de un pequeño clicker. Cuando se ha conseguido la atención del gato cada vez que suene el cliker se le dará un premio. Después se le enseñara una palabra relacionada con una acción y se continuara premiando tras el sonido. Algunos gatos asociaran el clic al placer casi de inmediato,.
Una vez que su gato hace fácilmente la asociación entre clic y el premia, está listo para utilizar el clicker con el cajón de entrenamiento.
Se empezara por recompensar al gatito por pequeños movimientos hacia su objetivo y luego se lo iremos complicando. Por ejemplo, al principio recompensaremos al gato simplemente por ir cerca de la caja, luego lo haremos por entrar en ella. Sus movimientos deben ser voluntarios, cada vez que haga lo que se le ha pedido obtendrá primero un “clik” y luego un premio.
En definitiva, los trasportines es mejor que estén en un sitio accesible para los gatos (en caso de emergencia, de tener que salir rápido de casa con los gatos es mas fácil si están a mano). Convertirlos en un sitio acogedor, con toallas y mantas. Ponerles la comida dentro, que entiendan que pueden entrar y salir libremente. Una vez que hagan eso, cuando entren a comer cerrarles la puerta hasta que acaben y luego volver a abrirla. Ese espacio de tiempo que está cerrada se puede alargar poco a poco hasta asemejar el tiempo al que utilizamos en ir al veterinario. Tienen que entender que aunque la puerta se cierre no es de por vida y que se volverá a abrir. Si ellos lo identifican con un sitio seguro, en una situación de pánico ellos solos se meterán allí.
Unos amigos nos contaron que estando en un hotel con sus gatos salto la alarma de incendios, todo el mundo entro en pánico y los gatos corrían por la habitación intentando meterse debajo de la cama….en el momento que sacaron los trasportines saltaron los dos dentro ( del mismo) como si fuera su seguro de vida, y pudieron salir a toda prisa del hotel.
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